¡Hola! Hoy me he propuesto charlar con vosotros sobre un tema que a veces parece tan complicado como entender por qué las tostadas siempre caen del lado de la mantequilla. Vamos a hablar del "employee engagement", o en cristiano, el compromiso de empleados. Porque claro, todos queremos un trabajo donde nos sintamos a gusto y valorados, no solo para no arrastrarnos languideciendo de lunes a viernes, sino porque, cuando estamos implicados, todo fluye mejor. Es como cuando tienes una banda de rock y todos tocan al mismo ritmo; pues lo mismo.

La Importancia del Employee Engagement

El compromiso de los empleados es ese ingrediente mágico que puede hacer que una empresa sea de "meh" a "wow". En mi tiempo trabajando en varias empresas, he pasado por todo tipo de experiencias: desde oficinas donde el ambiente parecía un funeral, hasta lugares donde el ambiente era tan majo que daba gusto ir a trabajar. Vamos, el contraste era como pasar de Blanco y Negro a Technicolor. Me recuerda a una vez que estaba en una empresa pequeñita donde nos reuníamos cada semana a tomar café y charlar sobre cómo nos sentíamos y en qué podíamos mejorar. Nunca he sentido tanto compromiso y lealtad como en aquella época.

Estrategias para Mejorar el Compromiso de los Empleados

Vamos al grano, ¿cómo podemos mejorar esta situación para que todos estemos en sintonía?

Comunicación Abierta y Transparente

La comunicación es como el aceite en una máquina, si no lo tienes, las cosas chirrían. En una ocasión, trabajé en una empresa grande donde las decisiones se tomaban en la torre de marfil y los empleados nos enterábamos al final, cuando ya estaba todo decidido. Conclusión: nadie estaba realmente comprometido.

Para cambiar esto, es vital tener canales de comunicación eficientes. Puede ser algo tan sencillo como reuniones semanales o usar plataformas digitales para que todo el mundo pueda participar. Pero cuidado, aquí tengo cierta duda: ¿realmente están estas plataformas siendo bien utilizadas o solo son un campo minado de quejas?

Y ojo, también es crucial ser transparente en las decisiones. Cuando trabajaba en esa empresa pequeña que mencioné antes, los jefes siempre explicaban el porqué de las cosas, y eso hacía que nos sintiéramos parte del viaje, no simplemente pasajeros.

Reconocimiento y Recompensas

¿Quién no se siente bien con un "gracias" o un reconocimiento? Es como cuando te felicitan por un plato bien cocinado; te da subidón y te motiva a seguir mejorando. En una empresa, esto se puede hacer con programas de reconocimiento y bonificaciones. Recuerdo que en una empresa organizaban una especie de 'empleado del mes’, pero iba mucho más allá: había categorías como 'mejor compañero’ o 'más innovador’. ¡La moral subía como la espuma!

Aunque también me pregunto, ¿no se corre el riesgo de que algunos se sientan menospreciados si no son reconocidos?

Oportunidades de Desarrollo y Crecimiento Profesional

Otro punto clave es ofrecer oportunidades de desarrollo. Me acuerdo de cuando trabajé en una empresa que ofrecía programas de capacitación constantemente. Era como tener una nevera llena de alimentos frescos, siempre había algo nuevo que aprender. Además, la posibilidad de tener un mentor en la empresa es algo que a menudo se subestima. Un buen mentoring es como tener un GPS que te guía en tu carrera profesional.

Creación de una Cultura Laboral Positiva

Aquí llegamos a un punto delicado. Crear una cultura laboral positiva es fundamental. Un ambiente donde todos se sientan valorados y respetados. Cuando estuve trabajando en el extranjero, descubrí que la diversidad e inclusión no solo eran palabras de moda, sino una realidad que enriquecía el día a día de la empresa.

Y hablando del bienestar de los empleados, es increíble cómo pequeños detalles como ofrecer flexibilidad horaria o programas de bienestar pueden transformar el ambiente. Poner un ping-pong en la oficina no es solo una frikada, puede ser la clave para romper la monotonía y generar camaradería.

Feedback Constante y Constructivo

Por último, el feedback. No es solo una cuestión de decir "lo haces bien" o "necesitas mejorar". Es una conversación continua. Cuando trabajé en una startup, las reuniones de feedback regulares eran casi como citas con el psicólogo: salíamos con energías renovadas y con una idea clara de cómo seguir mejorando. Herramientas de evaluación pueden ser útiles para mantener un seguimiento constante, pero también me surge la duda, ¿no se pueden volver demasiado mecánicas y perder su esencia humana?

Reflexión Personal

Al final del día, mejorar el compromiso en el trabajo no es tarea fácil ni rápida. Es un proceso que requiere dedicación y un enfoque genuino en las personas. Aquella empresa pequeñita donde nos reuníamos cada semana para charlar sigue siendo mi modelo a seguir. No solo porque funcionaba, sino porque me demostró que cuando te preocupas por las personas, ellas responden de la misma manera.

Así que, si quieres un ambiente de trabajo donde todos estén a gusto y comprometidos, ya sabes, empieza por la comunicación, el reconocimiento, el desarrollo profesional y, sobre todo, crea una cultura donde todos se sientan parte del equipo. ¿Qué opinas tú? ¿Has vivido alguna experiencia que te haya hecho cambiar tu perspectiva sobre el compromiso en el trabajo?

¡Hasta la próxima!

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